El acto de Barcelona del que se fugó Puigdemont se celebró sin permiso del ayuntamiento
Unos minutos antes de las nueve de la mañana del 8 de agosto, Carles Puigdemont, acompañado del secretario general de Junts, Jordi Turull, hizo acto de presencia en el centro de Barcelona, a los pies del Arco del Triunfo asentado en 1888 para la exposición universal; pronunció un mitin de casi seis minutos subido a un gran escenario, instalado para la ocasión el día anterior; sus cientos de seguidores pudieron oírlo y verlo en grandes pantallas; la organización fue perfecta. Sin embargo, aquella operación no contó con los permisos pertinentes del Ayuntamiento de Barcelona.Aquel día del mes vacacional para la mayoría de los ciudadanos, Puigdemont habló sin ser detenido y salió rápidamente del escenario, agarrado del brazo por su letrado, Gonzalo Boye. Desapareció. No acudió al Parlamento de Cataluña, a pesar de que había prometido hacerlo, pues estaba convocada la sesión de investidura de Salvador Illa (PSC). Pero se volvió a fugar de España al evitar a los Mossos d’Esquadra en Cataluña y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la frontera con Francia.Noticia Relacionada estandar No Los Mossos reconocen que han «intentado parar» a Puigdemont y que no lo han «conseguido» Anna Cabeza, Àlex Gubern y Daniel TerceroLas dudas, más allá de las preguntas lógicas sobre la facilidad con que una persona, pública y famosa, buscada por la Justicia española es capaz de entrar en España, dar un mitin en el centro de la segunda ciudad más importante del país y salir del mismo, surgieron desde el primer minuto. ¿Tenía Puigdemont permiso para instalar un escenario ocupando la vía pública desde horas antes del esperado avistamiento? El consistorio ha confirmado que no tenía permiso y el alcalde, Jaume Collboni (PSC), ha anunciado que el asunto está en manos de los servicios jurídicos municipales.En respuesta a una pregunta, a través del portal de acceso a la información pública de Barcelona que solicitó «el expediente que permitió la celebración del acto del Arco de Triunfo el 8 de agosto de 2024 con motivo de la llegada de Carles Puigdemont», el ayuntamiento confirma que «consultadas las bases de datos del Distrito de Ciutat Vella, no consta ninguna solicitud de autorización para llevar a cabo el acto al cual hace referencia».Es decir, no se pidió el permiso correspondiente para ocupar la vía pública. Y por lo tanto no hay responsable legal del evento. Aunque se tenga constancia de que Junts, primero, y el Consell de la República, después, hicieron sendos llamamientos a «recibir institucionalmente» a Puigdemont en el paseo Lluís Companys, lugar en el que se instaló el escenario y con un espacio reservado para «las unidades móviles» de los medios de comunicación que debían acreditarse, previamente, en un correo electrónico de la entidad registrada en Bélgica y bajo control de Puigdemont y Toni Comín.Acta de la Guardia UrbanaTras el día de autos, Vox y el PP preguntaron por la autorización, imprescindible para ocupar la vía pública. Los populares todavía esperan la respuesta por escrito. Y Gonzalo de Oro (Vox) llevó las dudas al pleno del pasado 27 de septiembre, en una pregunta oral, para saber si el permiso existe, si se solicitó, quién lo sufragó y por que no fue detenido Puigdemont por la Guardia Urbana. En su respuesta al líder de Vox en Barcelona, Collboni no solo adelantó lo que ahora se sabe por escrito sino que también apuntó que el caso está en manos de los servicios jurídicos del ayuntamiento. Y ahí sigue, según fuentes del consistorio consultadas por este diario el lunes.Noticia Relacionada Los culpables de la huida estandar No De Sánchez al responsable de los Mossos Carlos MullorEl alcalde respondió a De Oro que, tras el mitin del líder de Junts, la Guardia Urbana levantó «acta» y añadió al edil: «Efectivamente, se hizo sin permiso municipal. Esto está en manos de los servicios jurídicos para hacer los trámites que correspondan». Una respuesta que entró en contradicción acto seguido: «Estos actos no necesitan de autorización previa administrativa porque forman parte de las libertades públicas poderse expresar en el espacio público. Son actos que se pueden comunicar posteriormente».La contestación del alcalde no satisfizo a De Oro que acusó a los socialistas de ser «cómplices del separatismo». Pero, más allá de que el tema siga en manos de los abogados del ayuntamiento para valorar qué medidas se pueden adoptar y, sobre todo, a quién, lo cierto es que para ocupar la vía pública sí hay que pedir una autorización previa y es un proceso burocrático nada sencillo y lleno de requisitos, como, por ejemplo, el de demostrar que se tiene contratada una póliza de responsabilidad civil por parte del demandante, el espacio que se quiere ocupar y el lugar exacto, obviamente, el tiempo y entre otros asuntos servicios de higiene y ambulancias.