Elena García de Paredes de Falla: «Falla y Lorca eran como la mecha y la chispa. Los dos colaboraron estrechamente»
Manuel de Falla tuvo una relación muy profunda con poetas y músicos de la Generación del 27, por eso la figura del compositor gaditano está presente en el ciclo ‘La Generación del 27 y la música de Manuel de Falla. III Jornadas de Libros y Bibliotecas’, que organiza el Ateneo de Sevilla . Dentro de los actos de inauguración ha destacado el coloquio ‘La Generación del 27 y la música de Falla’ , en el que han participado la presidenta de la Fundación Archivo Manuel de Falla de Granada, Elena García de Paredes de Falla , y el catedrático de flauta travesera del Conservatorio Superior de Música Manuel Castillo y autor del libro ‘Manuel de Falla y la Orquesta Bética de Cámara’ (Ayuntamiento de Sevilla), Eduardo González-Barba .Durante su intervención, García de Paredes de Falla ha subrayado 1919 como «un año crucial» en la vida de Manuel de Falla. «En febrero y julio de ese año fallecen respectivamente su padre y su madre y él decide irse a vivir a Granada. En 1922 se celebró allí el primer Concurso de Cante Jondo -que organizaron entre otros Falla y Federico García Lorca – y en esa fecha llega también a Granada la clavecinista polaca Wanda Landowska . Esto es muy interesante porque gracias a Falla se recupera el cante jondo y la música antigua para clave». La sobrina nieta del genial compositor ha resaltado igualmente la íntima relación que se produjo en ese periodo granadino entre Falla y Lorca . « Eran como la mecha y la chispa , ya que los dos colaboraron estrechamente». De hecho, cabe recordar la labor que ambos hicieron para recuperar la tradición de los títeres, algo que cristalizó el día de Reyes del año 1923, cuando se organizó en la casa de la familia del poeta un espectáculo de títeres de cachiporra con música a cargo del maestro gaditano. En esa fecha representaron la obra ‘La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón’ , una adaptación de un cuento popular andaluz. Otro proyecto que pensaron Falla y Lorca para hacer juntos fue la obra ‘Lola la comedianta’ , que iba a tener textos del autor de ‘Romancero sonámbulo’ y música de Falla, pero al final no se llevó a cabo por diversas circunstancias. Elena García de Paredes de Falla ha recordado igualmente el viaje que Falla realizó a Sevilla en 1922. Tras haberlo decidido con Eduardo Torres , el Teatro San Fernando de la capital hispalense acogió el estreno en concierto el 23 de marzo de 1923 de ‘El retablo de maese Pedro’ , cuya versión escénica se realizó unos meses después en París. Los músicos que participaron en dicho estreno sevillano conformarían en 1924 el núcleo de la Orquesta Bética de Cámara, proyecto que nació gracias al impulso de Falla, Torres y Segismundo Romero . Francisco García Lorca, Antonio Luna, María del Carmen de Falla, Federico García Lorca, Wanda Landowska, Manuel de Falla y el doctor José Segura en Granada en 1922 archivo manuel de fallaLa presidenta de la Fundación Archivo Manuel de Falla ha recordado que la relación entre el músico gaditano y los miembros de la Generación del 27 fue muy estrecha. «Aunque Falla por edad pertenecía más a la Generación del 98 o a la del 14, cubrió el papel de maestro de generación para los escritores, músicos y artistas plásticos del 27 . Juan Ramón Jiménez fue también maestro de la Generación del 27, pero por su especial temperamento ese papel le correspondió más a Falla».En el año 1927, Falla compuso la música para el ‘Soneto a Córdoba’ de Luis de Góngora en una partitura para arpa y voz. «Falla colaboró con la revista ‘Litoral’ y envió el manuscrito de su ‘Soneto a Córdoba’». «Además -añade Elena García de Paredes-, todos los escritores le mandaron una postal. Falla tuvo una relación muy fluida con los poetas del 27. Con Gerardo Diego fue muy buena porque este era pianista y el músico de la generación. Rafael Alberti le dedicó un ejemplar de ‘Marinero en tierra’ en 1925. Con José Bergamín tuvo una relación estrechísima. Aunque era mayor que ellos, su entusiasmo fue enorme». Finaliza la máxima responsable de la Fundación Archivo Manuel de Falla de Granada adelantando que esta institución organizará importantes actos en 2026 para celebrar el 150 aniversario del nacimiento de Falla y en 2027, por el centenario de la Generación del 27. Por su parte, el profesor Eduardo González-Barba ha comenzado sus palabras destacando la «contribución inconmensurable» que la Fundación Archivo Manuel de Falla ha hecho «en el estudio de la música en España desde finales del siglo XIX a mediados del siglo XX» . Acto seguido, ha centrado su intervención en la influencia que tuvo la Orquesta Bética de Cámara en los músicos de la Generación del 27. Influjo de la Orquesta Bética de Cámara en los músicos del 27En ese sentido, ha señalado que «Manuel de Falla proyectó en la Orquesta Bética de Cámara una estructura musical y unos ideales estéticos que llegaron a ejercer una influencia muy poderosa en los músicos de la Generación del 27 ». En quien más influyó fue en Ernesto Halffter , que fue discípulo del gaditano y director de la OBC. Esa influencia se mostró igualmente en el llamado Grupo de los Ocho, que se constituyó en un concierto-presentación celebrado en la Residencia de Estudiantes de Madrid en 1930. Dicho grupo lo formaban los hermanos Ernesto y Rodolfo Halffter , Rosa García Ascot (discípula de Falla), Salvador Bacarisse , Julián Bautista , Juan José Mantecón , Gustavo Pittaluga y Fernando Remacha . Todos esos compositores bebieron de los ideales de la Orquesta Bética de Cámara. Dice este estudioso -que recuerda que su investigación no se podría haber hecho sin el Archivo Manuel de Falla y el equipo de profesionales que dirige la presidenta de la Fundación, Elena García de Paredes de Falla- que «Ernesto Halffter fue el músico más brillante de esa generación. Compuso la ‘Sinfonietta’ , obra con la que logró el Premio Nacional de Música en 1925». «Lo que quería Falla -prosigue- era que la Orquesta Bética de Cámara fuera un instrumento para la vanguardia musical española y que todo músico español que quisiera pudiera componerle obras para la orquesta. Por distintas razones, este objetivo nunca se vio cumplido. Los músicos del 27 se fijaron en otras orquestas similares que imitaron a la Bética, como la Orquesta Clásica de Madrid . A pesar de esto, los ideales estéticos y las características con las que Falla dotó a la Orquesta Bética de Cámara ejercieron una poderosa influencia en estos músicos». Cuando Halffter ganó el Premio Nacional de Música con la ‘Sinfonietta’ «compuso la música pensando en la Bética y dijo que la iba a estrenar con esta orquesta, pero al final la estrenó con Orquesta Sinfónica de Madrid. A pesar de esas contrariedades, los ideales de la Orquesta Bética de Cámara sí calaron en los músicos». A raíz de esa competencia desleal que recibió en su momento la Orquesta Bética de Cámara, González-Barba ha recordado una frase de una carta que Falla le envió a Eduardo Torres el 26 de octubre de 1924: «¡No temamos nada a los competidores! Imitadores, etc., etc. Al contrario, creo que todo eso es convenientísimo. Para hacer productiva la buena tierra, ¿no hace falta el estiércol?».