Obituario | Víctor de la Serna, el único español del Herald
Tardé un tiempo en descubrir que Víctor de la Serna Arenillas eran en realidad tres personas: Víctor, el periodista cosmopolita, que hablaba idiomas y que había pasado por algunas de las cabeceras más notables de la prensa española (Informaciones, El País, Diario 16, El Mundo); Vicente Salaner, el cronista deportivo, especialmente de baloncesto que le fascinaba, y Fernando Point, el crítico gastronómico que ganó tres veces el premio nacional de la materia. Me resultaba increíble que una misma persona pudiera pasar de escribir sesudos análisis de política internacional a analizar un partido de baloncesto o criticar un vino y hablar con autoridad de jazz. Así que a los lectores de diarios hay que decirles que con la muerte este viernes 18 de octubre de Víctor de la Serna, cuatro días después de sufrir un infarto a las puertas del diario El Mundo que contribuyó a fundar en 1989, se han ido de golpe tres de las firmas más conocidas de la prensa española.Una vez le pregunté si había cotizado a la Seguridad Social por sus tres nombres y se rió estentóreamente desde su gran humanidad. Hay que decir que Víctor de la Serna era un hombre de gran porte que a muchos atemorizaba físicamente, pero que escondía a una persona increíblemente tierna -como todo hombre culto-, y capaz de emocionarse hasta las lágrimas o de indignarse con furia.Polifacético y cosmopolita, De la Serna era un cosmopolita del siglo XX, es decir, una persona que viajaba y vivía en otros países cuando muy pocos lo hacían. Procedente de una familia española ligada al trabajo intelectual, Víctor era bisnieto de la escritora Concha Espina y de Ramón de la Serna , nieto del periodista y escritor Víctor de la Serna y Espina e hijo del periodista, diplomático y senador real Víctor de la Serna Gutiérrez-Répide y de la también crítica gastronómica Nines Arenillas. Siempre me recordaba que su abuelo había nacido en Valparaíso (Chile) y que por eso sentía un vínculo especial con Iberoamérica. De ahí saldría otro de los títulos de sus columnas: Indiano en Chamberí, dedicado a los asuntos madrileños.«Fue el primer español que se graduó en la escuela de periodismo de Columbia y eso marcó su forma de hacer periodismo»Fue el primer español que se graduó en la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia y eso marcó su forma de hacer periodismo . Era enormemente riguroso tanto en el fondo como en la forma. Trajo a España los aires de la gran prensa norteamericana como José María Carrascal y Jesús Hermida , y aunque le gustaban las grandes ideas, era un empirista. Y esto último se notaba en su afición por el deporte y la gastronomía, especialmente por el vino. Un buen día, cansado de pontificar sobre él, se puso manos a la obra y decidió hacer su propio caldo. Buscó una zona donde plantar y descubrió la Manchuela y allí creó su Finca Sandoval , un interesantísimo vino de autor del que no quedan muchas botellas.Una muestra de su polifacética personalidad es que al tiempo que plantaba las vides, estaba ocupado creando una web -elmundovino- cuando internet era todavía un páramo.De la Serna tenía una gran facilidad para los idiomas: hablaba inglés, francés, alemán e italiano. Conocía personalmente a los editores más importantes de Europa y a los grandes corresponsales. Sentía pasión por el periodismo. Durante años dirigió el suplemento de Comunicación de El Mundo. Como para Woodward y Bernstein , Richard Nixon era uno de sus demonios. Él mismo fue, durante años, el único periodista español que tenía el honor de firmar en el desaparecido International Herald Tribune que editaban al alimón The New York Times y The Washington Post.Víctor de la Serna Arenillas nació en Madrid el 14 de abril de 1947. Falleció el 18 de octubre de 2024, a los 77 años.