El adiós de Juan Belmonte
Fue el único Juan Belmonte que salió a hombros bajo la sombra de los rascacielos de Nueva York. Mientras que su tío abuelo se paseaba «con una extraña sensación de miedo» y «apretando nerviosamente una pistola que había comprado en París» –lo contaba en su biografía novelada–, el sobrino nieto alcanzó tal éxito (como pregonero taurino) que repitió al año siguiente como subalterno de su inseparable compañera televisiva Carmen Elías. Juan Belmonte Luque , último eslabón de la dinastía torera y primero en sustituir el estoque por el micrófono, prepara ya el último esportón de su dilatada y reconocida trayectoria profesional . Que será en la Feria de San Lucas de Jaén, aunque no se cortará la coleta «por lo que pueda pasar». Se jubila, sí, pero no piensa dejar atrás «lo que ha sido y es» su vida: el toreo. En minúscula, y también en mayúscula porque así se llamó el programa que durante años lo convirtió en el principal referente de la información taurina de Canal Sur , su segunda casa, a la que llegó como miembro de su redacción fundacional hace treinta y cinco años .Cinco años antes había debutado en el ruedo de la prensa taurina. Juan lo ha sido todo en la comunicación de los toros: locutor de la cadena Ser en El Puerto de Santa María, redactor de la revista Aplausos (aún cuelgan sus reportajes camperos por las paredes de muchos cortijos ganaderos), creador, director y presentador de Carrusel Taurino, Resumen Taurino –aquel intempestivo programa que emitían de madrugada– y El Toreo , que fue la antesala del actual Toros para todos, donde cada domingo sigue sonando su voz en off tras las mejores faenas de la semana. Aquello de Bergamín de que «hay toreros con percha literaria» también tiene su eco en periodistas como Juan Belmonte. Sobrino, nieto, hijo y primo de toreros . Aunque la dinastía naciera en la calle Feria y se diera a conocer en el arrabal trianero, él llegó al mundo en Jerez de la Frontera , adonde se había trasladado su abuelo Pepe para gestionar las tierras y el ganado de su hermano Juan, el Pasmo de Triana. Así que por motivos taurinos nació Juan Belmonte Luque en tierras jerezanas… y por motivos laborales, y taurinos, marchó Juan Belmonte Luque a tierras sevillanas. Fue en los años noventa, ya como responsable de la información taurina de Canal Sur Radio. En 1994, mientras compartía retransmisiones con el recordado Joaquín Jesús Gordillo, el director Joaquín Durán le encargó hacer algo como lo que en la cadena SER hacían con el fútbol. El Carrusel Deportivo de los toros . Aquello funcionó, y por su amplia agenda de colaboradores ya figuraban dos nombres hoy sobradamente reconocidos: Juan Ramón y Enrique Romero . De la radio pasó a la televisión. Aunque aquellos años noventa fue el boom de las retransmisiones taurinas, Belmonte matiza que Canal Sur «ha televisado este año más que nunca» . Del tándem con Emilio Parejo se siguen recordando aquellas entrevistas a toreros como Curro Romero o Paco Camino en el patio del hotel Benazuza. No hay plaza andaluza en la que no haya estado, ni torero, «desde Rafael Ortega» hasta nuestros días, que no haya conocido. Aunque no oculta su querencia por el Faraón de Camas, Rafael de Paula y Manzanares padre, insiste en su «admiración» por todos. Como por sus compañeros de la RTVA, culpables de lo vidrioso de sus ojos tras mencionarlos. «Canal Sur me ha dado la oportunidad de dedicar mi vida a lo que había sido mi vida hasta entonces». Porque él, como reconoce, es « más taurino que periodista ». Ahora buscará la manera de seguir en el mundillo, aunque ya ha firmado un nuevo compromiso: «Tengo que aficionar a mi nieta, porque mis hijas, con tantos viajes de trabajo, se me escaparon».