Los andaluces sufren un 40 por ciento más de ruidos en sus viviendas que la media de la Unión Europea
Las personas que habitan en Andalucía están sometidas a un nivel de decibelios en el interior de sus viviendas radicalmente superior al que experimentan muchos de los conciudadanos de la Unión Europea . Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APPQue los andaluces viven entre ruido es una de las principales afirmaciones recogidas en las encuestas de condiciones de vida elaborada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta el punto de haberse convertido en uno de los objetivos a eliminar, o al menos paliar en buena medida, en el marco de la Agenda 2030 .La Junta acaba de actualizar varias de las metas de ese plan promesa que dibuja una región mucho más competitiva en el plano económico, social y ambiental dentro de seis años, y una de las más llamativas hace referencia al punto 11, relativo a ciudades y comunidades sostenibles. De aquí a 2030, el Gobierno andaluz trabajará para «asegurar el acceso de todas las personas a viviendas y servicios básicos adecuados , seguros y asequibles y mejorar los barrios marginales».Dentro de ese abanico de objetivos se marcan dos cuestiones, pulverizar las deficiencias dentro de las viviendas , en general, y reducir los ruidos, en particular. No es para menos, si tenemos en cuenta de que uno de cada cuatro andaluces (25,4%) sufre ruidos en su vivienda. Ya sean provenientes del exterior -por el tráfico, la actividad comercial, de negocios o industrial- o porque les llegan desde las propiedades colindantes . Se considera dentro de ese tanto por ciento, la porción de la población urbana que vive en barrios marginales y asentamientos informales pero además, y es aquí donde se abre el abanico a la clase media-trabajadora, , a quienes pasan los días en viviendas inadecuadas. Este último punto abre el debate no sólo al civismo entre la vecindad, sino también al aislamiento de los inmuebles y la escasa solvencia de los materiales empleados en la construcción. Los tres ‘golpes sonoros’El mencionado dato andaluz resulta demoledor por una triple comparativa. La primera, por la propia evolución histórica . Salvando los años 2021 y 2022, en los que no se consignó la estadística, el porcentaje más reciente (el de 2023) es casi un punto superior al del año de la pandemia (24,6%) y diez al alza del registrado en 2019 (15,5%). El otro reflejo con el que salimos perdiendo es el de los 27 miembros de la Unión Europea, que arrojan una media de personas entre ruidos en casa del 18,2 por ciento, siete puntos holgados por debajo. Italia , país al que se presuponen ciertas similitudes de estilo de vida con España -y a Andalucía con algunas partes de la geografía de la ‘bota’- tiene una tasa de población afectada por los ruidos del 11,2 por ciento, más de la mitad menos. Y si se van buscando los extremos, la diferencia es sonrojante. Basta con observar el 9,6% de Estonia , el 9,3% de Polonia , el 8,7% de Bulgaria , el 8,6% de Eslovaquia o el 6,7% de Croacia .Sorprende, en cambio, el 23 por ciento que se imputa a Finlandia , una sociedad a la que a menudo se identifica con felicidad, bienestar y productividad. De hecho, también hay que decir que hay miembros de la UE con datos aún peores. El 31,3% de Malta , el 30,2% de Luxemburgo y el 28,7% de Portugal hablan por sí solos.Evolución de los ruidos en las viviendas andaluzas, españolas y europeas ABCComo comparativa final, Andalucía supera incluso la media nacional, fijada en 2023 en 23,6%. De hecho, en abril, la Organización Mundial de la Salud publicó un informe que situaba a España como el segundo país más ruidoso del mundo por detrás de Japón. Esta estadística concreta contempla la contaminación acústica dentro de las viviendas, pero irremediablemente esto es una consecuencia de la incontinencia sonora de las calles. Y la situación es de todo menos nimia. Por ejemplo, está certificado que el ruido que causan los medios de transporte es la segunda causa ambiental de enfermedades en Europa. Hay mucho trabajo por hacer para que en 2030, estas perturbaciones de la vida cotidiana sean sólo un sordo recuerdo. Sobre todo si se tiene en cuenta que el 25,4% andaluz de la tabla que nos ocupa alerta de un cambio de tendencia, que también se aprecia en el conjunto español pero, de ninguna manera, en el grueso de la UE. Allí el dato está estabilizado en torno al 18 por ciento . Aunque queda alejado del 29,5 por ciento de 2007 , lo cierto es que desde entonces la progresión iba a la baja en Andalucía, pese a los dientes de sierra. En los últimos seis años, no ha hecho más que subir.