‘Ojos en la duda’, de Juan Uslé en galería Elvira González: los ojos a cuadros
Con no pocos de nuestros grandes pintores de las últimas décadas ocurre que los sentimos a un tiempo cercanos pero lejanos, familiares aunque distantes, tan de casa como de fuera; como si reconociendo el aire de familia que nos liga a ellos percibiéramos también la extrañeza ante costumbres, acentos, formas o gustos foráneos. Frente a la pintura de Navarro Baldeweg o la de Luis Gordillo, por ejemplo, pasa como con la de Juan Uslé: es demasiado europea para injertarse en una genuina tradición americana, y demasiado americana para parecer netamente europea.Noticias Relacionadas estandar No CRÍTICA DE: ‘Obras (2019-2024)’, de Nicolás Ortigosa en Moisés Pérez de Albéniz: La des-pintura integral Víctor Zarza estandar Si CRÍTICA DE: ‘Photocubism’, de Vik Muniz, en la galería Elba Benítez: el brasileño se vuelve pintor cubista Víctor ZarzaEn el caso de Uslé (Santander, 1954), la máquina de la modernidad sigue en funcionamiento observando de manera estricta en apariencia los principios de su mecánica original. Esa capacidad suya de mantener la pintura estrechamente ligada a la superficie del cuadro, como una obviedad material; la utilización del color que se recrea sobre todo en su propia naturaleza líquida y untuosa; el rigor con que los bordes del lienzo se imponen al resto de la imagen; el carácter anti-ilusionista de su artificio, con la retícula abstracta como gran protagonista… En fin, todo sigue aquellas premisas del formalismo tardo moderno que dio lugar a un momento deslumbrante de la pintura americana a mediados del siglo pasado… En apariencia, insisto.Ya no es lo mismoPorque a una mirada atenta, sensible, no se le escapa que esto es aquello, pero no es ya lo mismo. El tiempo de la experiencia ha transcurrido, superando hasta aquella primera reacción irónica que llevó a tantos artistas a las «nuevas abstracciones», entre las que obviamente se le incluyó en su día. Pero Uslé está ya en otro plano.Fragmento de ‘Tres mares’, de Juan Uslé ABC No me parece ya el tiempo siquiera de las alusiones implícitas a la experiencia metropolitana, a los ritmos de la alienación que disuelve por repetición lo individual, a las fachadas de la arquitectura del capitalismo feroz, al ‘Big Data’, a la retícula uniforme en la que se pliegan los detalles singulares, y demás incursiones por las fisuras del monolito ‘greenbergiano’ que sirvieron como puntos de fuga.Por la vía de la concentración, de la densidad, del ensimismamiento incluso, Uslé ha llegado a una posición singular en que cada obra es ‘un todo o nada’. Él nos invita a ver en esa caligrafía elemental de palitos paralelos en la cartilla de aprendizaje infantil una suerte de cardiograma a color, el registro del pulso, los latidos, el transcurrir del propio tiempo de la ejecución pictórica. Yo no me lo creo, sería como quedarse con el mero procedimiento. Juan Uslé ‘Ojos en la duda’. Gª Elvira González. Madrid. C/ Hermanos Álvarez Quintero, 1. Hasta el 2 de noviembre. Cuatro estrellas El cuerpo está ahí midiendo, qué duda cabe, pero estoy convencido de que asistimos a algo más transcendente, un envite al ojo que absorbe la existencia misma de la vida y de la pintura. Una barbaridad, Ni siquiera sé si puedo explicarlo.