«Por una condena de 100 años por delitos sexuales lo normal en España es que se cumplan 10 o 15»
El fiscal Gabriel González lleva siete años en Sevilla persiguiendo estafas y delitos sexuales cometidos a través de Internet. A lo largo de su carrera -que roza los veinticinco años en los que ha recibido numerosos reconocimientos y distinciones-, ha visto y oído de todo, aunque no se siente curado de espanto y se sigue conmoviendo -e indignando- por la crudeza de algunas imágenes que llegan a su despacho, especialmente de pornografía infantil. Con estos depredadores sexuales, como los denomina, se muestra implacable en la petición de las penas máximas que contempla la ley, aunque el Código Penal no permite en España el cumplimiento íntegro de las condenas.-¿Han crecido mucho los ciberdelitos en los últimos años en Sevilla?-Sí. Yo diría que los delincuentes se están reinventando y que la tecnología les permite llegar a muchas más personas. Es una barbaridad lo que están creciendo los fraudes informáticos. Según el informe de la Fiscalía, el 90% de todas las estafas son a través de Internet. Los timos tradicionales del tocomocho o la estampita son ya muy residuales. Ahora los ciberdelincuentes acceden a las cuentas de las víctimas y las vacían; o bien ponen un anuncio en alguna red para que al final hagas un pago por un producto o un artículo que no te va a llegar.-¿Qué papel juegan la redes sociales en la comisión de estos delitos?-Un papel crucial, porque ese primer contacto con la víctima suele producirse a través de un mensaje o un anuncio en alguna red social. Hemos detectado que muchas organizaciones criminales logran datos personales de esas víctimas, por ejemplo, averiguan si tienen niños estudiando en el extranjero, que luego pueden utilizar para otros delitos como la estafa del hijo en apuros que le pide dinero a los padres. A veces se trata de delitos de tipo sexual.- ¿Qué tipos de delitos sexuales se cometen a través de Internet?-De todo tipo y cada vez más. Pueden empezar con un mensaje en Instagram a ver quién pica. A veces se hacen pasar por representantes de agencias de modelos o influencers y les piden fotos en ropa interior. -¿Y se las mandan?-Sí. Muchos jóvenes no son conscientes del uso que se puede hacer de su imagen y no son precavidos. Cuando doy charlas en institutos, les alerto sobre eso y sobre lo que puede ocurrir si mandan fotos de ese tipo a su pareja. Tenemos casos de porno de venganza, cuando la chica deja al chico y éste, despechado, las cuelga en Internet o las manda a un foro de amigos. Eso es un delito de cárcel y también lo es para el amigo que las envía a otros amigos, las llamadas cadenas de reenvío. En el caso de desconocidos, como esos falsos representantes de agencias, se pasa de las fotos sensuales a fotos sin ninguna ropa y de ahí, a través de engaños, a extorsiones y pornografía. -¿Es partidario de restringir el uso de móviles a menores de edad?-Estoy en contra de que se lleven a los colegios e institutos porque no sólo distraen sino que favorecen fenómenos como el bullying. Hay muchas páginas en la ‘deep web’ (internet profundo) y perfiles de Telegram donde se exhiben peleas y acosos escolares a menores. En España se está estudiando cómo limitar el acceso de menores de edad a los móviles. Los perjuicios que puede provocar el acceso a páginas de adultos o pornográficas pueden ser grandes y ahora mismo cualquier niño de 8 años puede acceder a cualquier página de este tipo. -¿Le parece buena la solución propuesta por el Gobierno de presentar un certificado digital de que el usuario es mayor de edad?-Se está estudiando pero hay que compaginar este tipo de medidas con la ley de protección de datos. Este certificado llegaría a una empresa privada que no sabemos qué uso podría darle. Hay un anteproyecto de ley sobre esto pero aún se tiene que pulir para evitar este tipo de problemas.-¿El «hola» que uno recibe a través de Whatsapp de alguien desconocido puede esconder un depredador sexual a la caza de una víctima?-Sí. Se dan casos así. O también de otras estafas a través de una supuesta oferta de trabajo. Lo mejor es no contestar y bloquear a ese número desconocido. -¿Los menores de edad suelen ser las víctimas preferidas de estos delincuentes sexuales?-Sí. En muchos casos, estas fotos o vídeos se usan como pornografía infantil. Hemos tenido a lo largo de este año dos juicios en Sevilla por dos depredadores sexuales que contactaron con un gran número de menores para conseguir este tipo de imágenes. Empieza por un delito de creación de pornografía infantil y continúa con un delito de agresión sexual por obligar a una persona a masturbarse o hacer actos sexuales consigo mismo. Detrás de esto siempre hay un chantaje del tipo o haces esto o publico las fotos. -A un entrenador de fútbol sala que cometió decenas de delitos de este tipo con los chicos y chicas que entrenaba lo condenaron recientemente a 150 años de cárcel. ¿Cuántos cumplirá en realidad?-Cumplirá como máximo el triple de la mayor condena. Si ésta es de 3 años, cumplirá 9; si es de 5 años, cumplirá 15. Pero si fuera de 10 años la mayor de sus condenas, tampoco cumplirá el triple porque tiene un tope. Nunca cumplirá 30. Lo que sí es verdad es que, aunque sólo cumpla 10 años por una condena de 80 o 100, cuando salga a la calle no podrá hacer muchas cosas de las que hacía antes de entrar en prisión. Por ejemplo, no podrá acceder durante un cierto número de años a las redes sociales a través de las cuales captó a sus víctimas. Tendrá que realizar cursos formativos, control de domicilio y pesará sobre él prohibición de ejercicio de patria potestad, etcétera.-¿La pornografía infantil mueve mucho dinero?-Es difícil de calcular pero debe de ser muchísimo. Y cada vez más. En la ‘deep web’ se vende de todo. En Sevilla llevamos un caso de este tipo cuyas imágenes son de una crudeza que yo no había visto en mi vida. Hablamos de violaciones de bebés, zoofilia, de todo. En las violaciones se pone en riesgo la vida del bebé por razones obvias de tamaño. Y hay que decir que en la ‘deep web’ la gente paga por ver eso y contratan conexiones a paquetes de datos con ese tipo de contenidos.-¿Eso es lo más duro que ha tenido que ver por su trabajo en la Fiscalía especializada en ciberdelitos?-Sí. Y es necesario examinar bien esa grabación para ver si hay algún tipo delictivo agravado o si hay varias personas interviniendo en la comisión de los delitos. Cuantas más barbaridades haya, más penas les pediremos.-¿Qué pena se le podría pedir a alguien que comete una violación de este tipo, la graba y distribuye esa imagen para lucrarse?-Ahí tendríamos un delito de creación de pornografía infantil, pero también una agresión sexual y podemos llegar a los 15 años. O más.-¿En qué consiste la cláusula de Romeo y Julieta?-Hay una edad considerada de determinación sexual y por debajo de esa edad, que son 16 años, se considera que el consentimiento sexual no existe o está viciado, aunque el menor de edad realice el acto sexual de forma voluntaria. Cuando nos llega un caso en que ha ocurrido esto entre una chica de menos de 16 años y un chico de 16, 17 o 18, se puede alegar la cláusula de Romero y Julieta; y se estudia si se puede aplicar para que ese comportamiento no tenga relevancia penal. Pero nos encontramos con casos de hombres de 30 años, o más, acostándose con chicas de 14 años que alegan la cláusula de Romeo y Julieta y que no puede aplicarse ni por desarrollo mental o intelectual, ni por proximidad de edad. También nos hemos encontrado con personas que tienen en su ordenador un montón de archivos de pornografía infantil y que alegan el síndrome de Diógenes informático. Pero resulta que lo único que hay en su ordenador son archivos de pornografía infantil.-Y no cuela…-No. Hay gente detenida con una gran cantidad de marihuana en una casa o granja y dice que era para las gallinas y que con eso hacen unos huevos muy buenos.