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Diez meses después de que se constituyera en el Congreso la Comisión de Cultura, las iniciativas pendientes de tramitación se amontonan en la mesa de Gerardo Pisarello , de Sumar, que como presidente debiera ser el máximo impulsor de su actividad. Y sin embargo, denuncia el PP, está «mostrando una dejación de funciones inadmisible». A día de hoy la Comisión de Cultura sigue sin tramitar dos proyectos de ley – del Cine y de la Oficina de Derechos de Autor-, una proposición de ley relativa a los ataques contra obras de arte, 46 proposiciones no de ley, cinco preguntas orales en comisión y cuatro solicitudes de comparecencias de altos cargos. «¿Para qué quería Sumar Cultura? No tenemos ministro ni Ministerio de Cultura. Actúan de espaldas al Congreso. No podemos hacer control al Gobierno», denuncia Sol Cruz-Guzmán , portavoz de Cultura de los populares en el Congreso.Desesperado por esta «inaceptable inactividad», el PP ha registrado un escrito para recuperar cuanto antes la actividad y el normal funcionamiento de la Comisión de Cultura. En estos diez meses, solo se han celebrado tres reuniones, una para celebrar la comparecencia de Urtasun tras su nombramiento -aquella en la que armó el lío con la descolonización de los museos- y dos para debatir y votar proposiciones no de ley. Debieron celebrarse al menos dos comisiones más. «El señor Pisarello Prados pertenece a la misma formación política que el ministro, el Grupo Plurinacional Sumar, lo que muestra a las claras cómo en el ejercicio de la presidencia de la comisión supedita sus obligaciones como titular de un órgano de trabajo de la Cámara a los intereses partidistas de su propio grupo», denuncia el PP.Noticia Relacionada estandar No Urtasun tarda siete meses en sacar la «urgente» ley del Cine que Iceta ya presentó en 2022 J. G. Mora y F. MuñozPara el principal partido de la oposición, la «enorme cantidad de iniciativas pendientes de tramitación, como consecuencia de la desidia de quien la preside, muestra una dejación de funciones inadmisible». El PP habla de «actitud de desprecio» por parte de Pisarello, que estos días sí ha encontrado tiempo para asistir a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, y le pide que deje de obstaculizar la actividad legislativa. Desde la última sesión de junio, Pisarello «no ha mostrado intención alguna de reiniciar los trabajos tras tres meses de absoluta inactividad». El ministro Urtasun , mientras tanto, presume en X de haber empezado el curso «marcando la agenda política». Nada de cultura, eso sí.