El misterio de los Guzmanes de Omnium Sanctorum

El proceso de restauración de la parroquia de Omnium Sanctorum , una de las más antiguas conservadas en Sevilla, marcha a buen ritmo desde la clausura del templo el pasado mayo para acometer trabajos tanto en la fachada como en su interior. Entre los bienes muebles que atesora en sus naves este templo edificado en 1249, aunque ampliamente reformada tras el terremoto de 1356, están los conocidos como el conjunto funerario de los Guzmanes , que han sido objeto de una intervención de urgencia aprobada recientemente por la Comisión Provincial de Patrimonio.El nombre del monumento hace referencia a la casa nobiliaria que edificó el Palacio de los Marqueses de la Algaba , a pocos pasos de la parroquia de Omnium Sanctorum, con la que estuvo vinculada. Un ejemplo gráfico de ello se puede observar en un grabado de Richard Ford de 1831, en el que aún estaba edificado el arquillo, hoy desaparecido, que conectaba directamente el palacio de la Plaza Calderón de la Barca con la sala del patronato de esta iglesia de la calle Feria.El palacio lo mandó edificar en 1474 Juan de Guzmán y Torres , primer señor de La Algaba, localidad donde hizo construir la Torre de los Guzmanes entre 1440 y 1446. Este noble logró una sólida fortuna, gracias a sus actividades comerciales con Flandes. En 1447 sus importantes ingresos sobre las rentas reales ascendían a 65.000 maravedíes..El primer señor de La Algaba pudo disfrutar, sin embargo, poco tiempo del palacio, ya que murió en 1475, un año después de su construcción. Lo heredó su hermana, Beatriz de Guzmán y Torres , que murió sin descendencia. Por ello, pasó a manos del hijo que tuvo Juan de Guzmán y Torres con su esposa Elvira de Guzmán y Aponte , es decir, a Luis de Guzmán y Aponte , segundo señor de La Algaba, quien residió hasta su muerte en 1495. Luis de Guzmán fue durante su vida caballero veinticuatro de Sevilla. Museo MudéjarDe esta forma, el palacio perteneció a esta familia nobiliaria durante varios siglos. Durante un tiempo, además, estuvo alquilado al Marquesado de la Mina , que estuvo vinculado a la Hermandad Sacramental de Todos los Santos , de la cercana parroquia. El palacio es uno de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar que hay en Sevilla, hasta el punto de que el Ayuntamiento lo convirtió en un centro museístico consagrado a este estilo, donde se exponen más de un centenar de piezas, desde azulejos y fragmentos de yeserías a tinajas, sellos y una pila bautismal.Detalle de uno de los sepulcros de los Guzmanes en el inerior de la parroquia de Omnium Sanctorum ABCLa relación entre los Guzmanes del Palacio de los Marqueses de la Algaba y Omnium Sanctorum, sin embargo, se detiene ahí, ya que los sepulcros llamados de los Guzmanes no se remontan a la Baja Edad Media, sino a los años 40 del siglo XX , pese a que en algunas publicaciones en la red se atribuyan, incluso, a Lorenzo Mercadante , escultor que trabajó en la Catedral de Sevilla en el siglo XV. Como explica el hermano mayor de la Sacramental de Todos los Santos, Joaquín de la Peña , son dos sepulcros realizados por encargo de Miguel Sánchez-Dalp , que realizó una importante labor de mecenazgo en la reconstrucción de esta parroquia, tras el incendio sufrió como reacción al golpe de Estado de 1936.Los sepulcros siguen la estética, señala De la Peña, de la « Exposición Iberoamericana de 1929 y más concretamente tienen el mismo concepto que el Pabellón Real . Las esculturas de los sepulcros representan a los condes de Sánchez-Dalp, vestidos a la medieval». Pero las tumbas no contienen ni a los Guzmanes que edificaron el vecino palacio ni a los condes de Sánchez-Dalp. De hecho están vacíos. Lo más antiguo del monumento son unos azulejos que se remontan al siglo XVII .

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