Una de las víctimas del Madeira Investment: «Alvise servía para promover el club entre sus votantes»
«Invertí en cinco meses 25.000 euros que ahora están perdidos». Quien habla es Carlos, nombre ficticio, uno de los casi 3.000 socios afectados por el cierre de Madeira Invest Club (MIC), el chiringuito financiero fundado por Álvaro Romillo (más conocido como Luis o CryptoSpain), ahora bajo el foco de la Justicia por una presunta estafa millonaria. Aunque desea conservar el anonimato, Carlos, de 55 años y dedicado al sector comercial, sí quiere compartir su historia y atiende a ABC por teléfono en una conversación que sabe que va a ser grabada. Él destinó el dinero, unos ahorros que tenía guardados, a la compra de una colección de relojes, varios contenedores marítimos embargados, un terreno con un pozo y villas en República Dominicana. Noticia Relacionada estandar Si El Parlamento Europeo colaborará si hay caso en España contra Alvise Enrique Serbeto | Corresponsal en BruselasSi bien explica que había otras opciones, como invertir el dinero en una colección de 5.000 botellas de whisky, o en los «coches del muerto», vehículos de una persona fallecida que supuestamente adquiría el club a un precio más económico para después venderlos a un concesionario. La plataforma de inversión también ofrecía yates, apartamentos en Chiclana, o comprar plazas de parking VIP en el Santiago Bernabeu. Para poder acceder a las ofertas, había que abonar «una membresía anual», que en el caso de Carlos alcanzó los 2.000 euros. Lo normal era pagar por obra (así es como llamaban a cada inversión) entre 500 y 3.000 euros y el dinero se ingresaba en una cuenta de Madeira o en una wallet. La meta, según la empresa, era obtener rentabilidades mínimas a partir del 30%. Te garantizaban, al menos, el reembolso de tu inversión. «Ellos te daban tres fechas: la fecha optimista, la fecha realista y la fecha pesimista». «Yo nunca he recuperado nada», confiesa Carlos. No obstante cree que es de los miembros que «menos» dinero ha perdido. Le consta que hubo algunos compañeros que llegaron a pedir préstamos bancarios para poder participar en las inversiones. Otros, llegaron a involucrar a amigos o familiares. Aunque, explica, la mayoría de los miembros era gente con «mucho dinero», «abogados», «notarios»; personas con una media de entre 40 y 50 años. «No eran críos de 20», recalca. O al menos eso es lo que apreció en los eventos que organizaba el club. Como es sabido, a uno de ellos, celebrado el pasado mes de abril en el Hipódromo de Madrid, asistió como invitado el líder de Se Acabó la Fiesta (SALF), Luis Pérez Fernández, más conocido como Alvise, para promocionar otro negocio de Romillo –Sentinel– dedicado al «alquiler de cajas de seguridad por 400 euros al mes» para almacenar criptoactivos, oro y efectivo sin verificación de identidad. «El Gobierno busca fastidiar»«Había que buscar a alguien que lo pudiera promocionar, que fuera un poco libertario y no estuviera muy con el Gobierno», explica Carlos. Por eso se contó con Alvise, quien coincidía con Romillo además –explica– en lo que respecta a su filosofía de elusión fiscal. «Se supone que nos iba a promocionar Sentinel dentro de su comunidad para que hubiera gente con dinero que pudiera utilizar los servicios de la empresa». O, al menos, es lo que el club explicaba por Telegram, aplicación de mensajería a través de la cual los socios recibían toda la información de MIC. «Lo que se decía en el grupo es que Alvise era un elemento de marketing para promocionar el club entre su comunidad y sus 800.000 votantes». Noticia Relacionada estandar Si Los audios de la trama de Alvise Pérez Isabel Vega ABC accede a los audios de la trama del eurodiputado, que dio la cuenta de un tercero antes de cobrar en efectivo para su campañaA Carlos los vínculos entre Romillo y Alvise y los motivos por los que el primero entregó al segundo 100.000 euros –hecho que ya investiga la Fiscalía del Supremo– le es desconocido. Sí se ha sumado, no obstante, a la denuncia colectiva que el despacho Zaballos Abogados –con Emilia Zaballos y Francisco Manuel Jiménez a la cabeza–, ha presentado por estafa en la Audiencia Nacional. Reconoce que la alerta que emitió la CNMV en abril no les asustó porque ya sabían que no era un negocio que estuviera regulado. Romillo «lo vendió como: ‘fíjate que el Gobierno nos intenta fastidiar’». Ahora espera poder recuperar aunque sea la mitad de su dinero. Y piensa que otros no podrán. «Yo creo que en el club había mucha gente que metía mucho dinero negro y no va a poder reclamar».