El currículum de Sevilla para las grandes citas: de la visita del Papa a la Magna pasando por Obama
La celebración de la procesión magna , el próximo 8 de diciembre, con una previsión de asistencia de un millón de personas —según estimaciones del Ayuntamiento de Sevilla — y la convocatoria de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU, el próximo verano de 2025 , con la presencia de mandatarios internacionales, van a poner a prueba, una vez más, la capacidad de la ciudad para la organización de grandes eventos.Solo con la experiencia acumulada desde de la Expo92 , Sevilla se ha convertido en una apuesta segura para la organización de grandes eventos , de signo tan diferente como la visita del Papa de 1993, la cumbre de la OTAN de 2007, la visita del expresidente Barack Obama en 2019, el desfile de las Fuerzas Armadas de ese mismo año presidido por los Reyes, la gala de los premios Mtv Europe también en 2019 o la entrega del año pasado de los Grammy Latinos o la última y multitudinaria final de la Copa del Rey en el Estadio de la Cartuja. Por no hablar de cómo se resuelven cada año fiestas multitudinarias como la Semana Santa o la Feria de Abril .En todos los casos, estos acontecimientos se saldaron con un gran éxito de público y organización, además de reportar a la ciudad una proyección y prestigio de marca en medios y foros internacionales, que revierten no solo en turismo, sino también en proyección de cara al futuro para seguir acogiendo este tipo de citas.El nivel de seguridad y de control de multitudes es esencial a la hora de organizar estos grandes eventos, que dependen de variables que van desde el número de días en que se desarrollan, no es lo mismo que se celebren en una jornada que en varias; el nivel de los actores implicados, esto es, que estén implicados miembros del Gobierno, el Rey o jefes de estado internacionales; y los recorridos establecidos, sean públicos o privados, lo que obliga a garantizar los aforos de los espacios públicos o realizar los cortes y desvíos de tráfico necesarios para la protección de las autoridades implicadas.Pero estas son solo algunas variables de un complicado puzle donde hay que controlar todos los aspectos al milímetro, pero también tener capacidad para resolver imprevistos , explica un experto en seguridad que ha tenido responsabilidad en algunos de los grandes eventos que ha acogido Sevilla en lo que va de siglo. «Tiene que haber una cabeza o varias que deben mover las piezas», señala este experto, quien recuerda que el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) del Ayuntamiento de Sevilla es una «herramienta» creada para dar respuesta a este tipo de grandes citas.En eventos de estas características es importante, explica, delimitar bien claro quién tiene la competencia de tomar las decisiones. En el caso del Día de las Fuerzas Armadas, organizaba el Ministerio de Defensa , por lo que es responsable el Gobierno que debe estar en comunicación con la Casa Real , por la presencia del Rey. En el caso del desfile en el Paseo Colón , la responsabilidad es compartida con el Ayuntamiento, encargada del espacio urbano; siendo exclusiva del Gobierno el río y el espacio aéreo, pues navíos y aviones participaron en la parada militar.Jefes de Estado internacionalesEl caso de la visita de Obama o del Papa, los responsables de todo son el Ministerio de Asuntos Exteriores y el de Interior . La organización y seguridad se extiende a ámbitos que van desde el sanitario —se reserva una habitación de un hospital para el mandatario por si hubiera una emergencia y un ala se bloquea para su seguridad— hasta el control de alimentos en la zona en la que resida el jefe de estado, pasando por servicios de emergencias, explica este experto en seguridad.Además, se establece un segundo cuerpo de intervención y rescate, conformado por Bomberos . En el caso de Obama, que marca el nivel máximo de seguridad como expresidente de Estados Unidos, el exmandatario traía un responsable para cada área, lo que incluía un experto antiterrorista .Juan Pablo II en la Giralda durante la visita que realizó en 2007Otro elemento importante es la seguridad, que puede incluir desde Policía Nacional y Guardia Civil hasta Policía Local y seguridad privada , a los que se suma el apoyo logístico. Esto incluye los cortes de tráfico por lo itinerarios a seguir, las empresas públicas como Tussam o Emasesa , alumbrado público, un plan de movilidad, Protección Civil , Aena … El delegado diocesano de Apostolado Seglar, Enrique Galisteo , que estuvo implicado en 1993 en la organización de la visita de Juan Pablo II , explica que para cada recorrido que hacía el Papa había varios recorridos previstos y que a última hora la seguridad del Estado decidía el que se iba a realizar. Además, el Papa realizó desplazamientos en coche para acudir a una ordenación de sacerdotes en el Palacio de los Deportes de San Pablo y voló en helicóptero a El Rocío . El pontífice se trasladó en Papamóvil por la ciudad y durmió en el Palacio Arzobispal , en las dependencias de monseñor, que contaba con las máximas medidas de seguridad, por tratarse el Papa de un jefe de Estado. «Estaba todo calculado al milímetro y se hizo todo muy bien», explica Galisteo, «la organización fue perfecta y Sevilla respondió muy bien . Las autoridades se volcaron y hubo cientos de miles de personas por las calles».No hubo imprevistos en aquella ocasión, aunque sí los hubo durante la visita que hizo Obama como expresidente en 2019. «Lo inesperado fue que el expresidente decidió irse a cenar a un restaurante que nadie tenía controlado», explica el especialista en seguridad, lo que obligó desde reorganizar recorridos a la intervención de Lipasam para mover contenedores. «Siempre tienes un cajón de imprevistos, pero si tienes a tu lado todos los recursos necesarios, lo haces bien», concluye este experto.